Misión de EUROGENDFOR en la República Centroafricana.
El 5 de diciembre de 2013 el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó con el voto afirmativo de todos sus miembros la Resolución 2127 (2013) en la que se adoptaban diversas acciones en relación con la grave situación de seguridad que se vivía en la República Centroafricana, caracterizada por el colapso total del orden público , la ausencia del estado de derecho y las tensiones sectarias.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, ha celebrado el Día de las Naciones Unidas en la República Centroafricana, un país que sufre una grave crisis humanitaria tras un tumultuoso proceso de transición política vivido durante estos últimos años.
Desde que el año 2013 los rebeldes del grupo armado Séléka derrocaran al presidente en el poder, François Bozizé, se desencadenó una ola de violencia que ya ha causado miles de muertos y ha obligado a desplazamientos masivos en el país.
Así, de los aproximadamente 5 millones de habitantes de esa nación africana, o uno de cada cinco, es refugiado o desplazado, y la mitad de éstos son niños, según recuerda el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF).
Sin embargo, Guterres destacó recientemente que el país vive un momento crucial tras la elección en marzo de 2016 de un nuevo presidente, Faustin-Archange Touadéra, y el establecimiento de un tribunal penal especial para garantizar la rendición de cuentas, que tiene el apoyo de Naciones Unidas.
La celebración de este 2017 servirá para que Guterres se reúna con las fuerzas de paz de Naciones Unidas destinadas en esa nación africana y, con este gesto, rinda homenaje a la tarea de todos los cascos azules desplegados a nivel mundial.
El titular de la ONU alabó la semana pasada la tarea y la valentía de los cascos azules que arriesgan sus vidas, a menudo con consecuencias fatales.
“Desde principios de año, 67 cascos azules han muerto en el cumplimiento de su deber. Rendimos homenaje a su sacrificio. En la República Centroafricana, sólo en este año, 12 cascos azules han muerto en actos hostiles. Es importante recordar que hace cinco años, la República Centroafricana sufría atrocidades masivas y que las fuerzas de paz de Naciones Unidas ayudaron a evitar lo peor”, dijo.
Además, resaltó la necesidad de hacer todo lo posible para preservar los logros acontecidos en el país y apoyar las operaciones de mantenimiento de la paz por parte de la Misión de Estabilización de la ONU (MINUSCA).
Finalmente, Guterres recordó que acaba de solicitar al Consejo de Seguridad que aumente el número máximo de tropas en la República Centroafricana que serviría para incrementar su capacidad y su movilidad ante los dramáticos retos que afronta el país.
El Secretario General de la ONU viajará acompañado de Jane Connors, la defensora de las Naciones Unidas para los derechos de las víctimas de abusos sexuales
23 Octubre 2017
Antiguamente era conocido como el «Puente de la Muerte», y era la primera línea entre las facciones en conflicto en la capital de la República Centroafricana, Bangui. De él se explican historias legendarias como que estaba empapado de sangre, e incluso que las fuerzas de seguridad del Gobierno temían pisarlo.
Avanzamos hasta 2014, cuando se desplegó la misión de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas en la República Centroafricana y se comenzaron a adoptar medidas para juntar a las milicias en un intento de reconciliación. No sucedió hasta octubre de 2016, cuando los líderes locales unieron fuerzas con el personal de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas para convencer a los milicianos de que desarmaran y reabrieran el puente.
Hoy en día, es simplemente conocido como el puente de Yakite. Situado en el barrio PK5 de Bangui está en pleno auge de tráfico y de comerciantes locales de las comunidades cristiana y musulmana, gracias en parte a los esfuerzos de estabilización de la misión de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas.
Este barrio suburbano comercial de Bangui está lleno de pequeños comerciantes que intentan volver a la normalidad. Muchos de ellos han regresado de países vecinos, como Camerún, Chad y la República Democrática del Congo, donde huyeron de la violencia.
«Buscamos la paz. Queremos la reconciliación, pero se continúa matando a musulmanes», dice Lawadi Ismael, un representante del vecindario, que añadió: «Cuando estallaron las hostilidades en 2013, no me fui. Ahora, los negocios están reanudando la actividad paulatinamente, pero los ataques contra los musulmanes deben parar,» señala culpando al gobierno por su supuesta pasividad, mientras pide a la misión de mantenimiento de la paz de la ONU que haga más para protegerlos.
Seguimos a una patrulla conjunta de la Misión Integrada de Estabilización Multidimensional de las Naciones Unidas en el la República Centroafricana (MINUSCA) hacia el barrio PK5, escenario de numerosos enfrentamientos entre los rebeldes musulmanes de Séléka y las milicias anti-balakistas, en su mayoría cristianas, que sucedieron durante el conflicto civil que estalló en 2013.
Una unidad de vigilancia aeronáutica es el único apoyo que cuenta la patrulla para recolectar información en vivo: un globo aerostático equipado con una cámara y tres mástiles suspendidos en un vehículo, envían video en tiempo real al centro de operaciones conjuntas, e indican cualquier aglomeración o potencial amenazas.
Se usa para guiar a la patrulla en las zonas que necesitan más seguridad, y sirven para proteger, al mismo tiempo, a sus miembros.
Aunque la tecnología sirve como herramienta de ayuda al personal de mantenimiento de la paz, la reconciliación sigue siendo frágil, sobre todo después de los recientes ataques en el sudeste y el centro del país, a menudo dirigidos a comunidades minoritarias.
“La policía ayuda principalmente a arrestar a sospechosos; los militares intervienen cuando se requiere el uso de la fuerza», explica Jean-Marie Vianney, comandante del pelotón militar ruandés de 36 efectivos, mientras se dirige hacia el PK5 junto con los 12 miembros de la Unidad de Policía del Camerún.
«Hemos de tranquilizar a la población y desanimar a los bandidos», dice la sargento Epouba Martine Martial, oficial de policía camerunesa de MINUSCA.
Pese a los notables progresos y el éxito de las elecciones de marzo de 2016, así como de la presencia de las Naciones Unidas para reforzar la estabilidad, apoyar al gobierno y prestar asistencia humanitaria, la República Centroafricana sigue padeciendo inestabilidad y disturbios esporádicos.
El deterioro de la situación ha provocado que alrededor de una cuarta parte de la población del país abandonase sus hogares y, desde principios de 2017, el número de desplazados internos sea de 600.000 y el de refugiados en países vecinos ascienda a más de 500.000.
Mientras más de un millón de centroafricanos están en situación de desplazamiento -en el interior del país o en el extranjero- el número de desplazados internos que ha llegado al campamento en Bangassou es de 1.800 personas y continúa creciendo.
Al llegar a esa zona el 24 de octubre, cuando se conmemora el Día de las Naciones Unidas, António Guterres rendirá homenaje a los 12 efectivos de mantenimiento de la paz que han muerto en el país desde enero de 2017.
“Las tensiones comunitarias crecen en todo el país. La violencia se extiende. Y la situación humanitaria continúa deteriorándose», dijo Guterres, quien destacó que el Día de las Naciones Unidas debería de celebrarse junto al personal de mantenimiento de la paz que está en la vanguardia en algunas de las zonas más peligrosas del mundo.
En su último informe sobre la República Centroafricana al Consejo de Seguridad, el Secretario General solicitó 900 efectivos adicionales para la misión.
El Teniente General Balla Keita, comandante de la MINUSCA, cree que aumentar la capacidad de efectivos ayudará a la misión a estabilizar la situación. Sin embargo, señaló: «Nunca habrá una solución militar para una operación de mantenimiento de la paz. La solución ha de ser política, una verdadera negociación entre todas las partes».
Otras noticias: Rebeldes anuncian su intención de tomar la capital de República Centroafricana
Por Sia Kambou | AFP – Hace 2 horas 40 minutos
- AFP – La coalición rebelde Seleka anunció este viernes su intención de tomar Bangui, después de tomar Damara, última ‘barrera’ a 75 kilómetros de la capital, e instó a civiles y militares a «mantener la calma» …más
La coalición rebelde Seleka anunció este viernes su intención de tomar Bangui, después de tomar Damara, última ‘barrera’ a 75 kilómetros de la capital, e instó a civiles y militares a «mantener la calma» mientras esperan su llegada a la capital de la República Centroafricana.
«Nuestras tropas acaban de tomar Damara. Instamos a todo el mundo, civiles y militares, a mantener la calma mientras esperan la llegada de nuestras tropas a Bangui a fin de evitar combates inútiles», declaró desde París por teléfono a AFP uno de los portavoces de Seleka, Eric Masi.
La coalición rebelde Seleka y el ejército centroafricano se enfrentaron también este viernes en la importante ciudad de Bosangoa, en el este de la República Centroafricana (250 km de Bangui), afirmó a AFP una fuente militar centroafricana.
Según esta fuente, que requirió el anonimato, «un ataque de la rebelión contra la ciudad de Bosangoa se está produciendo y es difícil saber qué ocurre exactamente, porque las conexiones telefónicas acaban de ser cortadas».
«Hay pocos combates porque las fuerzas armadas centroafricanas (FACA) ya se habían marchado. La toma de la ciudad se ha realizado en 15 minutos y actualmente estamos asegurándola», declaró Masi.
El ataque es el primero de la coalición después de su anuncio el miércoles de retomar las hostilidades, al no haberse respetado los acuerdos de paz de Libreville [la capital de Gabón], según la rebelión.
El domingo la rebelión dio 72 horas al Gobierno para respetar los acuerdos. Después de este día, los rebeldes retienen en Sibut (160 km al norte de Bangui) a cinco ministros salidos de la rebelión y miembros del Gobierno de unión nacional formado tras los acuerdos de Libreville.
Entre los escollos figuran la liberación de los prisioneros políticos, la presencia de tropas sudafricanas y ugandesas en el país y la integración de los combatientes de Seleka en la armada.
El Consejo de Seguridad de la ONU llamó este viernes a consultas de emergencia ante el avance de los rebeldes hacia la capital de la República Centroafricana.
El cuerpo de 15 naciones miembros se reunirá a partir de las 19H00 GMT para discutir la escalada ofensiva de los rebeldes Seleka tras el colapso de un acuerdo de paz en el país.
Una declaración del Consejo de Seguridad acordada el miércoles expresó su «profunda preocupación» por estas nuevas tensiones en la enorme nación africana y también «condenó los ataques llevados a cabo recientemente por los rebeldes de la coalición Seleka».